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Írjon visszajelzéstLugar muy bien condicionado en el camino de santiago. parada forzada de innumerables peregrinos y ciclistas. lugar para dejar las bicicletas a buen cuidado. Eva y el resto del personal de 10.
Estoy haciendo el camino y hoy estoy de pie para tomar algunas cañas y una cabina, toda la verdad y la camarera de las 10 en punto. Es una gota para encontrar gente así y siempre tratarte con una sonrisa. Volveré pronto, subiré el sueldo para estas dos camareras.
Interesante, creativo, acogedor, y las personas son agradables lo que más me mola es pedazo de madera con bombillas en mi Opinión me lo apuntaría la ir a tomar algo si
Llegamos a las 23:00, haciendo el camino portugués de noche en bicicleta. Pedimos algunas meriendas y, sin ningún problema, en unos minutos nos trajeron unas piezas de flauta que son capaces de revivir a un hombre muerto. ¡Una parada obligatoria en el camino de Santiago!
Un servicio muy rápido, lo único que no tiene opciones sin gluten, solo café y otras bebidas. Sin embargo, es un buen lugar de descanso para los peregrinos.