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Visszajelzés
Írjon visszajelzéstRestaurante junto al río, con banquitos de madera para comer en el exterior, ideal después de escalar (en temporada alta es recomendable llegar pronto para poder comer, la cocina cierra a las 16h y hay mucha gente). excelente comida y servicio, pedimos a los niños, las habas, los pimientos llenos de cabras y el chorizo a la sidra. Salimos a 16€ persona.
El lugar y las vistas son increíbles. Comer al lado del río es un lujo y el trato por parte de la camarera fue muy bueno, al igual que la comida.
Un buen lugar para reponer fuerzas después de un bonito paseo, aunque es recomendable llegar temprano porque se llena rápidamente. Pedimos una tortilla para picar, luego unas croquetas de cabra y el plato principal de la abuela, platos muy sencillos, pero bastante logrados. Así que nos animamos a pedir un postre también, pastel de queso, aunque eso fue lo que menos nos sorprendió. Los camareros son amables y atentos, y el precio es excelente para la escasa oferta que hay en esa zona. Muy recomendable, sin duda.
Un excelente lugar para comer en un entorno maravilloso. Tras leer algunos comentarios de ciertos domingueros, no tengo más opción que escribir esta reseña. El trato del camarero fue amistoso y muy correcto, la calidad de la comida es excelente y los precios son más que asequibles. No se puede pedir más.
Fuimos en agosto a conocer la ciudad y disfrutamos de una tapa en este bar. Nos atendieron muy bien; pedimos una tortilla de patata y una tapa de chorizo a la sidra, y todo estaba delicioso. Después de un largo y maravilloso paseo, estábamos listos para hacer una parada. Así es, todos los bares abren muy tarde, así que es mejor llegar alrededor de las 10:30 o tomarse un tiempo para esperar. Este fue el único que abrió a la hora que anunciaron, así que definitivamente lo recomiendo.