Trinken - Delicias

Tranquilo, precios por encima del promedio, comida deliciosa. El ambiente es relajante, pero si se trata de comer y charlar, la música está demasiado alta; aunque eso depende de los gustos de cada quien. Recomendado.

Lugar agradable, es una opción de confianza. Todo está bien, nada que resalte.

Podría dividirse en tres zonas diferenciadas: el área del bar, que se encuentra al cruzar la puerta de acceso, es un bar como cualquier otro con mesas y sillas altas, asientos en la barra y música a alto volumen, aunque puedes mantener una conversación con tus acompañantes, ver un partido y disfrutar de unas cervezas. La parte de arriba, al subir las escaleras, es como un antro donde los más jóvenes se reúnen a cantar reguetón nuevo a todo pulmón, mientras disfrutan de bebidas con reguetón clásico. Y la parte exterior es más tranquila, con un volumen de música más bajo ideal para conversar. El lugar cuenta con buenas instalaciones y baños limpios, lo cual es una buena señal de lo que puede suceder en la cocina. La comida es buena, aunque no espectacular; me sirvieron unos tacos de arrachera que llegaron tibios y fuera de tiempo, por lo que tuve que empezar a comer solo para que no se enfrieran más, además no me dieron cubiertos. Las tiras de pollo, que hacen honor al tema automotriz del lugar, tienen el sabor a aceite quemado de la freidora, como el aceite de un coche que no ha recibido servicio en dos años, aunque combinan bien con el empanizado de milanesa casera. Las salsas tienen un sabor dulce artificial, como esos bolis de Bob Esponja que saben igual y solo cambian de color. A pesar de esto, la relación calidad-precio es buena y no conozco otro bar en la ciudad de Delicias que tenga una cocina más elaborada o mejor comida; aclaro que hablo solo de bares, no de restaurantes. Sin embargo, el servicio necesita mucha mejora, ya que este es realmente el aspecto en contra que tienen. Aunque los meseros son amables y correctos en su trato hacia los clientes, les falta prestar más atención a las mesas. Nunca había visto a clientes levantarse de sus mesas para hacer pedidos en la barra porque llevan rato sin una cerveza. Si mejoran este aspecto, no solo sería un lugar de cinco estrellas, sino que también venderían mucho más. Un indicador de la eficiencia del servicio es contar cuántas mesas se quedan sin bebidas o si todos están comiendo; algo está ralentizando el proceso. Las bebidas son lo mejor del lugar. El hecho de que no se hayan sumado a la tendencia de cerrar las llaves de la cerveza de barril, como en muchos lugares, los destaca entre los bares. La cerveza siempre fría y buenos tragos coquetos. Sin duda, es un lugar recomendado: precio justo, comida decente, música variada y un ambiente agradable.

Buena comida y ambiente, pero el servicio es muy lento y a veces la música está tan alta que resulta molesta, no se puede conversar.

Great place where he has internal and external services.