America - Granada

We stopped here for lunch while visiting Alhambra. You might, charitably, describe the food as 'rustic ', so choose carefully and try to select options that aren 't easily overcooked. The service was friendly if chaotic. Partly because it had started to rain and the quaint dining room was quickly inundated with hungry tourists. It consequently felt like being in a 1980s sitcom, which I rather enjoyed. Several guests left disenchanted, having failed to appreciate the charm. (Traducido por Google) Paramos aquí para almorzar mientras visitábamos la Alhambra. Podrías, caritativamente, describir la comida como rústica , así que elige con cuidado y trata de seleccionar opciones que no se cocinen demasiado fácilmente. El servicio fue amable aunque caótico. En parte porque había empezado a llover y el pintoresco comedor se vio rápidamente inundado de turistas hambrientos. En consecuencia, me sentí como si estuviera en una comedia de situación de los años 80, lo cual disfruté bastante. Varios invitados se marcharon desilusionados, al no haber sabido apreciar el encanto.

El hotel tiene un encanto especial por el sitio donde se encuenta ubicado. Por la noche es un placer pasear sin el bullicio de la gente. El personal es muy amable y profesional . Ojalá podamos volver en otra ocasión!

Estuvimos comiendo por primera vez mi pareja y yo. Y nos encantó!. El sitio es idílico, te hace trasportarte a otros sitios, y yo que soy de Granada, fue como viajar fuera de ella. Y luego el encanto de estar en los alrededores de la Alhambra. La comida buenísima, el aguacate buenísimo nunca me lo había tomado así, y el rabo de toro, super sabroso y tierno. Y ya por último destacar el servicio que fue muy atento, cordial y profesional.

Acogedor hotel en pleno corazón del recinto de la Alhambra, lugar mágico, es un hotel familiar acogedor, las habitaciones y la cama un poco pequeñas, al ser un edificio antiguo se escucha todo, pero merece realmente la pena por sí ubicación, es mágico pasear por su entorno durante la noche y disfrutar de la soledad en un lugar donde durante el día es imposible. Patio interior muy agradable. Personal muy amable. Lo recomiendo sin lugar a dudas.

El hotel no lo puedo puntuar pero el restaurante magnífico, un patio súper idílico y comida muy buena, especial mención a Angelo y su equipo muy atentos y simpáticos desde que entramos por la puerta, muy recomendable después de una visita a la Alhambra