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Írjon visszajelzéstFuímos un grupo de 20 personas, menú de noche a 25€, comida regular y escasa, a algunos no nos llegaron platos del pica-pica. Camarero antipático que se desentendió de nuestras quejas. Para no repetir
Somos (o éramos) asiduos a esta bocateria, que por localización esta bien (en el centro de la ciudad, junto al mercado central). Sin embargo las últimas 3 veces que hemos ido, nos han cobrado de más, concretamente con la bebida. Qué casualidad... y qué despiste. Además la última vez nos trajeron las patatas bravas cuando ya habíamos acabado de cenar, así que... ya me diréis... Realmente decepcionante...
Fatal para el estómago, probablemente por el estado del aceite. Empezaron muy bien hace años pero actualmente....Para desayunar tema bocadillos son correctos pero lo que son las tapas i las cocas no hay por dónde cogerlas.
Realmente la comida me gustó, el local tiene una decoración original (paredes con el ladrillo antiguo visto y suelos de mosaico), el servicio lo encontré correcto, quizás me tardaron algo en el segundo y tuve que pedir el pan. El pero viene a que pedí uno de los platos que no está en la carta impresa, te lo traen en una pizarra, se trataba de una ensalada con navajas, mejillones, boquerones y langostinos con salsa romesco, pintaba muy bien y realmente estaba buena, !!!pero¡¡¡ faltaban los langostinos. Por desgracia me di cuenta de ello después de comer. El segundo plato tiras de sepia a la brasa con posibilidad de escojer el acompañamiento y café en vez de postre.
Lo único bueno q tiene éste bareto es su ubicación. El servicio es de lo peor que nunca he visto, la comida muy justita y escasa tanto en calidad como en cantidad. No aceptan nunca ninguna variación, el los acompañamientos, ni siquiera cuando se les acaba lo que habitualmente tienen. Empecé a ir porque un dia probé un filete de pobre exquisito, pero sólo fué ese dia porque bajaron la calidad de golpe. Ni siquiera son capaces de poner una patata entera al caliu, solo la mitat y eso si que lo hacen bien. Poco empáticos y nada asertivos, pides un huevo de acompañamiento y dicen no tener, un tomate lo mismo. Señores hay que ser mas agradable y no ir tan sobrado. La terraza parece la de un merendero de mal gusto, pero ahí tiene mucha culpa el atintamiento, q lo permite. Suerte tenéis de la ubicación, pero os merecéis un suspenso en general.