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Írjon visszajelzéstSitio bonito para dar un paseo. Comida carisima,agua 4€, cafe 2'50.cerveza5€... Calida nada mas alla de sencillo y poko mas.No recomiendo comer ni cemar. Abusivo. El servicio regular,. No recomiendo este lugar.
Llamamos para reservar unas raciones de lechona por la mañana ,solo nos dejaron dos opciones para reservar o la 13:00 o 14:30. Viendo las opciones optamos por reservar a las 14:30. Llegamos antes y habiendo mesas libres no nos dejaron sentarnos antes porque no era nuestra hora . Mientras estuvimos esperando 1HORA vimos cómo se sentaban a la 13:30,13:45,14:00,14:15 etc muchas familias de la zona. Cuando por fin “llega nuestra hora “ nos dicen que se les ha agotado las lechonas , lo achacan a un error de cocina , pero en un tono muy altivo,nos dicen ,” que pidamos otra cosa que no hay lechonas “ . Por supuesto nos levantamos y nos fuimos . Le habían puesto nuestras lechonas a familias locales mientras estábamos esperando en la puerta. Hay mucha isla donde tratan muy bien a los de la península , por lo que no es recomendable salvo que seas local y digas bon dia.
Hemos ido dos parejas hoy 15 de mayo a comer. Si salvamos la simpatía de las camareras, absolutamente malo. Servicio desorganizado, tardanza en las bebidas, equivocaciones constantes y para colmo.... a mi me han dejado sin comer, no me han traído la parcella que había pedido!!! No vayáis: UNA TOMADURA DE PELO muy cara.
Su especialidad es la lechóna de raza autóctona mallorquina al horno, la mejor que he comido nunca, de sabor suave, tierna y cocinada perfectamente, todo un placer. El personal muy atento y las instalaciones muy agradables.
Mejor de lo que nos esperábamos. En principio dudaba un poco porque el hombre que me atendió antes al teléfono y después en la recepción fue muy seco. Pero el sitio, sus animalitos y, por cierto, sus trabajadores son de 10. El plato estrella del restaurante es una delicia (nos atendió la simpática Antonia) y la cabalgada y la amabilidad de los chicos que nos acompañaron, particularmente Papa, nos dejarán siempre un recuerdo especial. Bravissimi!