Cal Sastre - Santa Pau

Llegamos el viernes a la fonda y, aunque era tarde, nos sentaron para comer y nos trataron de maravilla en todo momento. La comida era abundante y muy elaborada. Me encantó la sopa de tomate con helado de fresa. Volveremos al pueblo, a la fonda y al restaurante.

Comida en familia. Gran calidad en los platos, ambiente acogedor y excelentes profesionales tanto en la cocina como en el servicio. No se puede pedir más. ¡Y el entorno de Santa Pau, mágico!

Uno de los mejores restaurantes en los que he estado. La atención de su dueño, Jesús, ha sido maravillosa y se nota que es un buen lugar porque siempre hay mucha gente esperando. Primer consejo: reserva una mesa. La llegada ha sido excelente. En mi caso, un cañón lleno de butifarra negra (o morcilla), que estaba delicioso y muy ligero a pesar de lo que se podría pensar. Segundo, pedí el pulpo gallego. La presentación era algo que rara vez he visto (trazado, montado y detallado). Tenía un sabor exquisito y estaba en su punto, que es difícil en un pulpo, pero aquí era delicioso. También pedí un pato que estaba jugoso, en su punto, lleno de sabor y calidad. Sé que no estaba congelado, era del día. Y su salsa, una maravilla. Lo acompañamos con un vino bastante viejo, pero sabía a gloria. El postre también fue muy bueno: una galleta con helado que, de nuevo, brilló en presentación y se digirió muy fácil. No puedes irte sin tomar un cigaló (carajillo) con anís. Es la energía perfecta para caminar por el pueblo con el estómago lleno. Cal Sastre es muy recomendable y una parada obligatoria si vas a Santa Pau. Sí, y reitero, reserva primero.

Restaurante totalmente recomendable. Se come súper bien. El canelón espectacular, hay que probarlo si se va allí. Me gusto todo. Todos los platos elaborados con mucho cariño. Los dueños un encanto y el personal súper amable y profesional.

Muy buena comida y excelente atención