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Írjon visszajelzéstNo había estado con anterioridad, pero había oído hablar del lugar a mis padres. Estos decidieron agasajarnos allí con motivo de su 50 aniversario de bodas. Para una celebración de esa índole no sólo es importante el producto, sino también el trato recibido, la estancia asignada, el ritmo en la entrega de los platos y la flexibilidad en la hora de abandono del restaurante. En Casa Estrella se han conjugado fenomenalmente estos requisitos. Toda mi familia ha saludo encantada y volveremos, a buen seguro. Además, he podido reencontrarme allí (casualidades de la vida), con un buen amigo al que no veía desde hace más de 30 años. ¿Se puede pedir más?.
Hemos ido esta tarde para preguntar por un menú para una comida de grupo. Sale un señor de la cocina , nos dice que no tiene menú y que seria mirar la carta. Si nos dice que hay disponibilidad para el día que queremos. Y se acabó. Tenemos que coger nosotros la carta y mirar. El ni se despidió ni nada, se volvió a la cocina y se acabó. Por supuesto miramos la carta y en eso se quedará. Con Estrella no, estrellado. No iré nunca , un mal educado.
Decepción.Carísimo en relación a la calidad. Un trocito de pan 1'20 euros.La comida nada exquisita, a la brutesca.El congrio sabía igual que el rodaballo.Los calamares duros.Precio por persona 42 euros. He comido mucho mejor el plato del día de 15 euros, en otros sitios .Los camareros no saben lo que es una sonrisa.FAMA INMERECIDA.
Una experiencia nada agradable. Para mí ha sido decepcionante. Fui con unos amigos a comer y esperaba que fuese una comida agradable pero a causa de un camarero ,nada profesional, empezó la situación a enrarecerse. Empezamos a comer a las tres y diez y eran las cuatro y solamente nos habían traído los entrantes, por cierto casi que los teníamos que mirar con lupa, raciones minimalistas en el plato, que no en el precio. Al decirle al camarero, de muy buenas formas, que teníamos un poco de prisa, la reacción del mismo no fue en absoluto profesional y de malas maneras nos iba sirviendo, hasta que intervino otro camarero, que nada tenía que ver con el anterior y pudimos terminar la comida en paz. Por otra parte, el vino que pedimos, a 21.50 € la botella, no se nos dio a probar. Falta de profesionalidad) Lo sirvió directamente en los vasos y la verdad los he tomado mejores y con otro precio. A favor del restaurante, he de decir que las cosas que pedimos estaban muy buenas y los postres riquísimos. Pero no ha sido buena experiencia.
Fuimos recomendados por amigos de Leon y nos llevamos una muy grata sorpresa. Producto excepcional y servicio excelente. Recomendable 100%, uno de los buenos y recomendables.